La muerte súbita es una de las principales causas de fallecimiento inesperado en personas aparentemente sanas. Su aparición abrupta, fuera del ámbito hospitalario y con escasa ventana de intervención, la convierte en una problemática urgente en términos de salud pública.
📍 Más del 70% de los casos ocurren en lugares comunes como el hogar, el trabajo, espacios deportivos o zonas de tránsito público. Esto hace que la primera respuesta ante una emergencia recaiga, en la mayoría de los casos, en personas sin formación médica. Y si esa respuesta no llega a tiempo, el desenlace puede ser irreversible.
¿Qué la causa?
La causa más frecuente de muerte súbita es la enfermedad cardiovascular, especialmente los infartos. Sin embargo, también puede deberse a condiciones genéticas, como algunas arritmias o miocardiopatias hereditarias que afectan a jóvenes aparentemente sanos. En estos casos, la única posibilidad de revertir el cuadro es actuar de forma inmediata, aplicando maniobras de RCP y, si está disponible, usando un DEA (Desfibrilador Externo Automático).
¿Cuán frecuente es?
Aunque en Argentina no existe aún un registro oficial específico, datos internacionales y estimaciones locales calculan que se producen alrededor de 40.000 casos anuales de paro cardíaco extrahospitalario, lo que equivale a 1 caso por cada 1.000 habitantes al año, o una muerte súbita cada 15 min.
Esta cifra justifica plenamente la necesidad de contar con desfibriladores en todos aquellos lugares donde circulan o permanecen más de mil personas por día: oficinas, escuelas, estaciones, eventos masivos, centros comerciales, etc.
🧘♂️ También es clave tener en cuenta que la actividad física intensa puede actuar como desencadenante, lo que vuelve fundamental la presencia de un DEA en clubes, gimnasios y predios deportivos.
✈️ Y en espacios donde el acceso a un servicio de emergencias es limitado (como aviones o zonas rurales aisladas), contar con un desfibrilador puede ser la única opción de salvar una vida.

El tiempo es vida
Una intervención rápida puede cambiarlo todo:
⏱ Aplicar desfibrilación en los primeros 3 a 5 minutos después del colapso puede elevar la tasa de sobrevida a un 70% o más.
👶 En niños y niñas, si la atención es inmediata, la tasa de supervivencia puede acercarse al 100%.
Por eso, la clave está en actuar antes de que llegue la ambulancia. Y para eso, necesitamos que cada vez más personas estén capacitadas y que haya DEA accesibles y en condiciones en los espacios públicos y privados.
¿Qué es la Cadena de Supervivencia?
Este concepto nos guía paso a paso para responder de forma eficaz ante una emergencia cardíaca. Está compuesta por cinco eslabones:
- 🚨 Reconocer el paro y activar el sistema de emergencias (107).
- 💪 Iniciar RCP antes de los 2 minutos del colapso.
- ⚡ Usar un DEA antes de los 5 minutos.
- 🚑 Recibir atención médica avanzada del sistema de emergencias.
- 🏥 Acceder a cuidados post reanimación.
Cuando esta cadena funciona de forma articulada, las chances de salvar una vida se multiplican.
¿Por qué es necesaria una ley?
Impulsar una Ley de Prevención Integral de la Muerte Súbita no solo busca establecer obligaciones legales, sino también fortalecer el compromiso social. La legislación permite combinar acciones individuales —como capacitarse en RCP— con medidas institucionales —como instalar DEA y crear protocolos de respuesta—.
🫀 Así, el cuidado del otro se convierte en una política pública que salva vidas.
Desde Fundación Desfibrilar trabajamos para que cada espacio esté cardioprotegido y cada persona sepa cómo actuar. Porque frente a la muerte súbita, el tiempo corre, pero la comunidad salva.¿Querés ser parte del cambio?
💬 Contactanos para capacitar a tu equipo o instalar un DEA en tu institución.