Dormir bien no solo influye en el descanso y el estado de ánimo: también es fundamental para cuidar el corazón. La cantidad y la calidad del sueño tienen un papel determinante en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
En Argentina, las enfermedades del corazón continúan siendo la principal causa de muerte, representando alrededor de un tercio de los fallecimientos anuales, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. A factores de riesgo conocidos como el tabaquismo, la hipertensión o el sedentarismo, se suma un enemigo silencioso: el mal descanso.
¿Cómo afecta el sueño a la salud del corazón?
Dormir menos de lo necesario o tener un sueño de mala calidad puede desencadenar diferentes problemas que impactan directamente en la salud cardiovascular:
- Presión arterial elevada: la falta de sueño puede aumentar la tensión arterial y favorecer la hipertensión.
- Inflamación crónica: no descansar bien incrementa procesos inflamatorios que dañan las arterias.
- Obesidad y aumento de peso: el sueño insuficiente altera hormonas que regulan el apetito, lo que favorece la obesidad, un factor de riesgo cardiovascular clave.
- Resistencia a la insulina: la privación de sueño puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2.
- Trastornos del ritmo cardíaco: patologías como la apnea del sueño están asociadas a mayor riesgo de arritmias, como fibrilación auricular.
Consejos para mejorar la calidad del sueño
Cuidar el corazón también implica cuidar las horas de descanso. Estas prácticas pueden ayudarte:
- Respetar horarios regulares: acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
- Crear un ambiente adecuado: dormitorio oscuro, fresco y silencioso.
- Alejar pantallas antes de dormir: la luz azul del celular o la TV interfiere con la melatonina.
- Evitar café, alcohol y tabaco en la noche: dificultan el sueño profundo.
- Cenas livianas y al menos 2 horas antes de acostarse.
- Ejercicio físico regular: mejora el descanso, siempre que no sea justo antes de dormir.
- Rutinas relajantes: lectura, meditación o respiración profunda antes de dormir.
La mayoría de los adultos necesita entre 7 y 9 horas de sueño de calidad cada noche para mantener una buena salud cardiovascular.

Dormir bien es también una forma de prevención
La salud cardiovascular se cuida todos los días, con hábitos que suman: alimentación equilibrada, actividad física, control médico periódico… y un descanso reparador.
El sueño de calidad no es un lujo, sino una herramienta de prevención frente a la principal causa de muerte en nuestro país.
Trabajemos juntos para salvar más vidas, empezando por el cuidado de lo cotidiano.