Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la RCP (Reanimación Cardiopulmonar), una oportunidad para recordar que actuar a tiempo ante una parada cardíaca puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La parada cardiorrespiratoria ocurre cuando el corazón deja de latir de manera repentina. En esos casos, cada minuto sin intervención reduce cerca de un 10 % las probabilidades de supervivencia. Por eso, saber aplicar RCP y realizar la desfibrilación con DEA lo antes posible aumenta las chances de sobrevivir un 70 %. Es por esto que, contar con espacios cardioprotegidos resulta vital.
La RCP consiste en compresiones torácicas y ventilaciones que ayudan a mantener el flujo sanguíneo y la oxigenación de los órganos vitales hasta que los equipos de emergencia llegan. Si además hay un desfibrilador externo automático (DEA) disponible, las chances de recuperación aumentan notablemente.

Un espacio cardioprotegido es aquel que cuenta con desfibriladores accesibles, señaletica adecuada y personas capacitadas en RCP y uso de DEA. Esto refuerza la cadena de supervivencia mejorando la seguridad en empresas, escuelas y lugares públicos, y convirtiendo a cada ciudadano en una persona capaz de salvar vidas. No hay acto más solidario que capacitarse en RCP y DEA.
Desde Fundación Desfibrilar trabajamos cada día para:
- Impulsar campañas de concientización.
- Brindar capacitaciones en RCP y DEA y primeros auxilios.
- Facilitar la instalación de desfibriladores en espacios comunitarios y privados.
- Promover protocolos de emergencia en instituciones.
Este 16 de octubre, renovamos nuestro compromiso: difundir, enseñar y equipar, porque cada vida cuenta.