Los desfibriladores automáticos (DEA) son aliados clave en la atención de paros cardíacos. Cada vez más presentes en espacios públicos y privados, su efectividad depende no solo de su presencia, sino también de que estén en óptimas condiciones. Por eso, el mantenimiento regular no es un detalle menor: es una necesidad vital.
¿Cómo funciona un DEA?
Estos dispositivos están diseñados para analizar el ritmo del corazón y, si es necesario, administrar una descarga eléctrica que restablezca su funcionamiento normal. Los modelos automáticos y semiautomáticos (DEA y DESA) pueden ser utilizados incluso por personas sin formación en salud, ya que brindan indicaciones paso a paso.
Se usan ante situaciones críticas como la fibrilación o taquicardia ventricular, arritmias que impiden que el corazón bombee sangre de forma adecuada. En estos casos, la intervención con un DEA dentro de los primeros minutos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
¿Por qué es crucial el mantenimiento?
Como cualquier equipo médico, los desfibriladores necesitan controles periódicos. La normativa vigente establece que deben estar en condiciones óptimas, tanto el dispositivo como sus accesorios: electrodos y batería.
Un DEA mal mantenido puede fallar justo cuando más se necesita. Por eso, el seguimiento técnico y el cumplimiento de las recomendaciones del fabricante son esenciales para asegurar su disponibilidad y funcionamiento.
Si queres saber si un DEA está operativo tiene que tener una luz verde parpadeante o una leyenda que diga “OK”. Si no la tiene, o tiene una luz roja, ese DEA necesita mantenimiento.

Mantenimiento preventivo y correctivo
El cuidado del DEA incluye dos etapas complementarias:
✔️ Preventivo:
- Inspecciones visuales periódicas para verificar su estado.
- Control del estado y la fecha de vencimiento de electrodos y batería.
- Pruebas de funcionamiento regulares.
- Registro de todas las acciones realizadas.
✔️ Correctivo:
- Reparación o reemplazo de componentes dañados o vencidos.
- Diagnóstico técnico ante fallas.
- Control post-uso si el equipo fue activado en una emergencia.
Implicancias legales y sanciones
En Argentina, si bien aún no hay un marco nacional unificado como el Real Decreto en España, avanza el camino hacia una legislación más estricta sobre espacios cardioprotegidos. De todos modos, tener un DEA y no mantenerlo adecuadamente puede generar responsabilidades legales y, lo más grave, consecuencias fatales ante una emergencia.
Por eso, desde Fundación Desfibrilar promovemos no sólo la instalación de desfibriladores, sino también la conciencia sobre su mantenimiento continuo.
¿Qué podés hacer para cardioproteger tu espacio?
- Asegurate de que el DEA esté ubicado en un sitio visible y accesible.
- Fijate que tenga la luz verde parpadeante o la leyenda que diga “OK” para saber si está operativo.
- Realizá controles técnicos según las recomendaciones del fabricante.
- Mantené actualizados los electrodos y la batería.
- Capacitate en RCP y uso del DEA: el conocimiento también salva vidas.
Un DEA en buen estado puede ser la diferencia entre una tragedia y una segunda oportunidad.
Desde Fundación Desfibrilar, trabajamos para que cada espacio esté preparado ante una emergencia.
¿Querés sumar un DEA y garantizar su correcto funcionamiento?
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